Hace unos días, en nuestro taller de Vida Comunitaria y Cívica, debatimos sobre los estereotipos y como estos afectan a nuestras relaciones sociales. Un amigo se ha animado ha compartir una interesante reflexión que esperamos suscite ganas de compartir más puntos de vista.
Al género humano le es difícil vivir sin estereotipos. Parece que necesitamos clasificar o etiquetar a nuestros semejantes.
En nuestras primeras impresiones cuando conocemos a alguien u opinamos sobre alguien solemos decir : "Este/a tiene pinta de....." y añadimos un estereotipo según su manera de hablar, vestir, andar, peinarse...etc. Así, oímos o decimos lo siguiente: "Esta persona es de derechas porque tiene pinta de pijo". "Aquel político es de izquierdas porque no lleva corbata". "Ese es un chulo por la manera de andar". "Aquel es un macarra por la forma de peinarse". "Esa persona debe ser educada porque viste bien o ese otro es un raquero porque viste mal". También están los estereotipos más tradicionales como los de género y los racistas.
Si nos fijamos, vemos que clasificamos a las personas por cosas exteriores y no nos preocupamos si más allá del estereotipo hay un buen político, una buena persona o un buen trabajador. Y esto último es lo que de verdad importa pero requiere más conocimiento, más análisis lógico y, por lo tanto, más tiempo y seriedad.
¿Qué nos lleva al estereotipo? Yo creo que es la ignorancia, el desconocimiento y la comodidad.
Una pregunta interesante con la que termina nuestro amigo y que invita a que la respondamos ;)
